El envejecimiento de la población y el aumento de la presencia de las enfermedades crónicas se han convertido en desafíos para cualquier sistema de salud. A medida que la demanda de servicios sanitarios aumenta debido a estos fenómenos, los proveedores de los mismos se enfrentan a dificultades cada vez mayores. De entre las dificultades de adaptación a la nueva realidad destaca la creciente escasez de profesionales sanitarios.